
La Comunidad de Madrid y Aragón abrirán este martes los centros educativos públicos y concertados, pero no se dará clase tras el apagón generalizado registrado este lunes en toda España. El objetivo de la medida, según explican fuentes de la consejería de Educación de Madrid, es "garantizar la atención de los alumnos a los padres que lo necesiten".
Es la misma medida que ha adoptado el Ejecutivo aragonés en la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrada (Cecopi). La decisión de abrir los colegios e institutos, pero sin clase, responde "a la necesidad de no perjudicar a los hijos de las familias que decidan que lo más conveniente es que los estudiantes permanezcan en casa".
Además, según ha explicado la consejera de Educación de Aragón, Tomasa Hernández, se garantizará el número de docentes necesarios para que los niños estén atendidos, también se cubrirá el servicio de comedor y el transporte escolar funcionará normalmente.
Otras comunidades, sin embargo, han optado por suspender las clases. Es el caso de Castilla-La Mancha. En Madrid, además, se han suspendido las pruebas de conocimientos previstas para 280.000 alumnos de 4º y 6º de Educación Primaria y de 2º y 4º de la ESO, que se celebraban entre este martes y el miércoles. Los exámenes se aplazan hasta nueva fecha.